El legado de EPA.

Durante esta cuarentena he visto infinidad de posts y retos que la gente se pone entre sí. Entre canciones, disfraces, bailes y seguramente más cosas que se me pasen, hubo una que me llamó la atención: el EPA challenge. En él, te retaban a mencionar datos generales de tu estancia en el movimiento, lo cual llamó mucho mi atención, porque pese a no ser muy del agrado de esos retos, este sí me puso a pensar en todo lo que decía, pero en lugar de hacer un post de facebook, decidí hacerlo escrito. Después de todo, tiempo hay de sobra.

Entré al grupo un 27 de febrero de 2010, hace más de 10 años. Era un chavo de 14 años que no salía mucho y que gastaba sus fines de semana en ver tanto futbol como futbol americano apareciera en la televisión. Tampoco era muy bueno comunicándome con los demás (spoiler alert: creo que aun no lo soy) y ciertamente disfrutaba mi vida. Sin embargo, ese día me gustó el ambiente y pese a que no hablé mucho ese primer día, decidí darle una oportunidad al encuentro. Esa fue la mejor decisión de mi vida.

Durante todo ese tiempo presté mi servicio en el movimiento y hoy que me toca verlo desde fuera, me doy cuenta de todas las cosas que te deja el estar ahí durante tu adolescencia y juventud (esto no es exclusivo de EPA, sino de cualquier grupo católico). Dios, por medio del grupo y la iglesia, me convirtió en una persona nueva y me preparó para ser quien debo ser en el futuro. ¿Pero qué te enseña en específico? Para cada persona la respuesta a esa pregunta es diferente, en esta ocasión daré mi respuesta, esperando que, el día en que nos volvamos a encontrar, podamos discutir acerca de ello.

Fe.

Lo primero que aprendí fue a tener fe. Y es una de las cosas que jamás se me van a olvidar en la vida. Tener fe en que existe un Dios que te escucha cuando le hablas, le cantas le lloras o le ofreces algo. Fe en que pese a que todo esté mal y no veas la salida, ahí estará para salir adelante contigo si tu se lo permites. Me es imposible pensar que estoy en donde estoy simplemente por mis méritos terrenales. Vaya, como dice la canción, siempre hay que estar 'Agradecidos con el de arriba' por lo bueno que nos pasa, orar por lo malo y ofrecer nuestro día a día.


Amistad.


¿Quién más para alimentar tu fe, que tus amigos? El estar en EPA me dio los mejores amigos del mundo. Como mencioné al inicio, en 2010 no era muy sociable, afortunadamente el grupo no solo me mostró y me encontró con mis amigos, sino que me ayudó a ser y hacer amigos. No solamente cuento a los que descubrí en el movimiento, sino también a los de la secundaria, prepa y universidad (e incluso algunos del trabajo) creo que fueron fruto de mi conversión como persona. Hoy a todos los guardo con cariño.

Hablando meramente del grupo, es chingón hacerte amigos de todas las edades. Hice amistad con personas mayores que yo por hasta 6 años, y también me tocó ser mayor por esa edad con amigos. Se olvidan las edades cuando de amistad se trata, porque vas con gente que tiene la mismas ganas de servir y la misma ideología. ¿Qué más da si es unos años mayor o menor que tu? Van a lo mismo, sienten lo mismo, viven lo mismo, y lo viven juntos por años. Y creanme, con el pasar de los años, la edad nunca se siente.

Trabajo en Equipo.


El trabajar en cualquier sitio, te implica aprender a comunicarte. A decirle a los demás qué es lo que quieres para poder llegar a un acuerdo en algo que fueron encomendados a hacer. Para muchos eso no es nada fácil, y si no me creen vean como hay peleas a diario en sus trabajos o escuelas precisamente porque la gente no sabe comunicar su pensar.

Trabajar en equipo no es repartirse todo y juntarlo al final cual trabajo de preparatoria. Al contrario, es llegar a un consenso sobre el qué y el cómo de lo que quieren realizar. Sí, hay que delegar y dejar cierta libertad, pero apoyando al otro en lo que necesite. Hablando con respeto y asertivamente, creanme que pueden llegar a ser grandes negociadores. Después de todo, ¿cuántos de ustedes no planearon desde la más mínima actividad hasta lo más grande, con algunos de sus amigos en el grupo? Eso, mis amigos es planear algo, y saber hacerlo bien, es de las mejores cosas que me dejó EPA.

Con respecto a ser un líder o no serlo, seguramente si estás leyendo esto ya pasaste por algunos (o muchos) temas de ello, y no te voy a repetir lo mismo de siempre. Solamente te diré que aquella persona capaz de escuchar a todo su equipo y lograr entenderlo y llegar al mejor acuerdo posible, aun sin ser el que manda, ya es una persona digna de liderazgo. No aquella que chantajea o intenta imponer su voluntad, sino ser abierto y saber que casi nunca vamos a tener la razón.

Ser enseñado y saber enseñar.


El grupo EPA tiene más de 27 años. ¿Cómo se mantiene a flote después de tanto tiempo? Por medio de la enseñanza. Quien empezó, enseña a los nuevos para que en un futuro ellos se hagan cargo y así continuar hasta que Dios diga. Estimo al menos 5 generaciones han pasado por ese proceso de enseñanza.

Como mencioné antes, tengo amigos 5 o 6 años más grandes que yo, y ellos me enseñaron el cómo hacer ciertas cosas relacionadas al movimiento para que en un momento mi generación pudiera hacer lo que ellos hacen y así continuar con el hilo. Uno aprende lo que puede y después, cuando menos lo esperas te toca organizar algo, por eso digo que aprendes a aprender de una manera dinámica y amistosa. Toma lo mejor de cada uno de los que te rodean.

De igual manera, llega un momento donde tienes que enseñar a los demás lo que se hace para que el movimiento siga adelante (pausa para darles un consejo, nunca se sientan indispensables de nada, quizá sean necesarios en algo, pero jamás indispensables, el mundo siempre sigue, pero llegaremos a eso en un momento). Esto no es tan sencillo como parece, porque no solamente tienes que recordar todo lo que te enseñaron a ti, sino también todo lo que te hubiese gustado que te enseñaran, para hacerte la vida más fácil, y por si fuera poco, también creo que tienes que enseñar tus errores y recalcarles para que las generaciones venideras no lo hagan. Como diría un buen amigo, dar el mal ejemplo pero especificarlo, para que se quede en la memoria de lo que no está bien.

Amor al Prójimo.


Sin duda, lo mejor para el final. Puse la fe primero porque creo que es la base de todo lo aprendido, pero si hay algo que siempre me quedará marcado, es el amar siempre a mi prójimo. La más grande enseñanza que da Jesús a sus discípulos la dice cuando están por partir  a la oración en el huerto de Getsemaní. "Ámense los unos a los otros como yo los he amado". ¿Y cuánto nos amó ? Lo suficiente como para morir por nosotros en la cruz y perdonarnos. No hay mejor manera de cumplir que haciendo lo que el nos pide: amar, y no solamente a quienes consideremos amigos o familia, sino también  a nuestro vecino, profesor, compañero de trabajo, jefe, a todos. Que se note que vamos a la iglesia por gusto, saludando a todos con amabilidad y siendo empáticos con todos.

Si hay algo que creo que me caracteriza es el poder ser amable con todos los que me rodean, y es así porque siempre recuerdo esa enseñanza. ¿Quienes somos nosotros para juzgar lo que hace bien o mal el otro? Soy un firme creyente de que el ser humano tiene el instinto básico de ayudarnos los unos a los otros (frase extraída de mi película favorita), y que mejor manera que expresarlo en nuestro día a día.

La vida después del mañana.


Habiendo aprendido todo eso, hace 4 meses me retiré del movimiento. Si les soy sincero, lo extraño a cada momento de mi vida. Extraño a mis amigos que siguen ahí, a las actividades, a conocer gente nueva, a sentirme un poco más cerca de Dios, sin embargo, hasta en eso aprendí que hay que saber cerrar ciclos.

Maduré como persona, crecí en el amor de Dios, conocí personas valiosísimas. A Dios le debo mucho, y por eso mismo tengo que salir y pagarle. El verdadero cambio que se realiza dentro del movimiento no servirá de nada si después de 1, 3, 5 o 10 años no salimos a la calle a proclamar el amor, tal y como Jesús lo pide. El grupo termina siendo una burbuja donde todo está chido y nos sentimos cómodos, pero llega un momento donde tenemos que salir de ahí, con la camiseta de EPA bien puesta, con la playera de católico que ama a Dios y lo defiende con hechos. De otra manera no serviría lo que hacemos.

Dios te hace aprender por medio del grupo lo que te mencioné y un millón de cosas más. Pero no servirán de nada si el día de mañana que seamos trabajadores, maestros, compañeros de oficina, padres, o lo que sea, no ponemos en práctica todo. Estar dentro de un movimiento y quererlo te hace sentir fenomenal, pero al cerrar ese ciclo y poner en práctica todo, te hará más valioso aun.

Epílogo.


Si aún perteneces a algún movimiento (llámese EPA o el que gustes), mi consejo es disfrutar todo lo que se pueda. La vida dentro de él es maravillosa y estoy convencido de que si vas, es por lo mucho que te gusta estar ahí. Eso sí, no le tengas miedo a decir adiós, que en esa palabra se encuentra un nuevo inicio que dará pie a poner en práctica todo lo aprendido.

Una vez fuera, haz sentir orgulloso a Dios del joven que formó y sigue adelante. Júntate con tus amigos recordando esos momentos, pero también crea nuevos. Guarda tus recuerdos físicos en casa y los mentales en tu corazón, para que en momentos donde la vida fuera se ponga difícil (porque eventualmente lo hará), recuerdes cada momento que viviste y no tires la toalla jamás. Porque una vez iniciado el trabajo por Cristo y en Cristo, las responsabilidades aumentan. "La mies es mucha, más los obreros son pocos" dice la biblia, y es fuera donde debemos obrar más que nada.

Gracias EPA, gracias Dios, por dejarme ser parte de una Juventud con Cristo.




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