Muere siendo un héroe, o vive lo suficiente y sé un villano.

Hace pocos días, el "ex mejor ciclista de todos los tiempos" Lance Armstrong, admitió el uso de sustancias para aumentar el rendimiento deportivo (prohibidas, obviamente) en una entrevista con la famosa presentadora de televisión Oprah Winfrey.

Así acabó una muy larga "persecución" de 8 años que hicieron los diferentes organismos anti-dopaje y de ciclismo, respectivamente ante el ex-ciclista estadounidense. Publicaciones en libros donde se argumentaba su relación con sustancias prohibidas, entrevistas con ex-empleados de Armstrong que confesaban ver al deportista inyectándose sustancias desconocidas, "acusaciones falsas y sin argumentos" del famoso diario francés L'Equipe donde mostraba resultados alterados de muestras de orina y que se supone contenían EPO pero se alteraron 'magicamente', entre otras acusaciones tuvieron lugar en contra de Lance en el periodo de 2004 a 2012, incluso surgieron más posteriores a su primer retiro en 2005. Después de su partida definitiva del ciclismo, en 2011, la Agencia Estadounidense anti-dopaje (USADA, por sus siglas en inglés) decidió empezar una investigación detallada acerca de la carrera de Armstrong. Finalmente, el 10 de Octubre de 2012, la USADA presenta ante la UCI (Unión de Ciclistas Internacional) el informe denominado "Decisión razonada" dónde se acusa al ciclista formalmente de montar uno de los sistemas más sofisticados y exitosos que el deporte haya visto. Éste informe contenía más de mil páginas, con declaraciones extendidas de 26 allegados a Lance Armstrong, en muchas de ellas, confesaban haber visto al estadounidense dopándose. Tan sólo 12 días después, la UCI decidió imponer a Lance una sanción de por vida, quitándole los 7 títulos del Tour de Francia, la competición con más renombre en el ciclismo a nivel mundial.

En la entrevista que el ex-ciclista le concedió a Oprah, comentó distintas frases destacadas, entre ellas que "era la única forma de ganar", que para el, el ciclismo "se trataba sólo de ganar, sin importar el precio", además de destacar la eficacia que tenía su programa de dopaje, supuestamente orquestado por el doctor Michele Ferrari.

Lance Armstrong, una de las estrellas más grandes de este deporte (un modelo a seguir, personalmente) se apaga a partir de hoy. La historia del hombre que venció al cáncer de próstata, ganó 7 tours de francia, una medalla de bronce en Sidney 2000 y una infinidad de títulos más, además de tener una fundación (Livestrong) que ha ayudado a miles de personas a combatir el cáncer, se ha transformado en un simple mito. El fin no justifica los medios, y menos para un deportista, que en su afán de ganar, paso de ser héroe a villano en unos días, de ídolo a odiado, destinado a aparecer en los libros como uno de los más grandes mentirosos del deporte de todos los tiempos... Se cae un ídolo, un modelo a seguir, alguien que había dejado un legado importantísimo en el deporte mundial, alguien que cuando lo veías, inspiraba a seguir tus sueños, se cae por su propio peso, por todos los errores que no ajustó a tiempo, dice adiós una leyenda, de la peor manera, por la puerta de atrás, después de acarrear su error tantos años en la que llevó una batalla sin sentido, decepciona al mundo deportivo.