Cuando se acerca el verdadero fin del mundo.

Salí de vacaciones el 15 de diciembre del año pasado. Tuve un mes y medio de las que creo han sido unas de las vacaciones más divertidas y raras de mi vida. Hubo tantas cosas que hacer fuera de la escuela que me olvidé por completo de ella, hice cosas que nunca creí hacer, al grado de que hasta descansar se me olvidaba. Hoy 29 de enero, después de un día accidentado y que pocas cosas me han salido bien, recuerdo que mañana hay que volver a la cruda realidad: la universidad.

Retomando el tema de la universidad, recordé que estoy a 6 materias y una residencia profesional de acabar mi carrera, algo que en este mes y medio mi mente no le tomó mucha importancia, pero que cuenta muchísimo. También recordé que hace 3 años y 9 meses, escribía, recién abierto este blog, acerca de cómo sobrevivir en las últimas semanas de la preparatoria, para pasar a un nuevo mundo... Uno muy diferente, pero justo como lo dije en la entrada de hace años, también muy divertido.

La universidad es donde conoces tu carrera a fondo (lo sé, eso es obvio) y puedes ir pensando en lo que te quieras dedicar. También es donde encuentras a gente con gustos parecidos  a los tuyos y que pudiesen encontrarse en un futuro, es donde conoces amigos que te toca verlos 12 horas al día y que hasta los fines de semana los ves para acabar tareas. Amigos con quienes sales  los fines de semana (o a veces entre semana) para olvidar un poco el estrés, o con los que les pones apodos a los profes y con quienes te diviertes en todo el semestre, y que en vacaciones hasta "descansas" un poco de ellos. Aún así, los aprendes a querer mucho y a estimarlos.

En la universidad aprendes a valorar y extrañar el tiempo libre que tenías antes, las horas que dormías, entre otras cosas que la universidad nos quita y antes teníamos. A cambio, se supone que nos tienen que preparar profesionalmente, pero una vez adentro, sabemos que es imposible que salgas preparado para el mercado laboral, al menos en mi escuela y mi área en específico, es complicadísimo que eso pase, pero te dan aprendizajes y amigos que aprendes a valorar. No todo es tan malo como parece...

Ahora bien, lo bueno de que acabara la preparatoria es que seguía la universidad, había un paso en específico por el cual seguir y no perderte, caso contrario en este. ¿Qué sigue después de acabar tu carrera universitaria? Con todo el miedo del mundo, empezar tu vida.

Digo miedo porque al menos yo lo siento. Miedo de cómo será el verdadero mundo real, miedo de que lo que hayas aprendido no sea suficiente y mi capacidad de aprendizaje no vaya acorde a lo que se necesita, miedo a tomar una decisión equivocada que poco a poco pueda ser peor en mi vida, miedo a fracasar en lo que sigue, a tomar el camino equivocado, miedo a no saber que hacer.

Pero siendo sinceros, ¿quién nunca ha sentido miedo en su vida? ¿quién nunca ha tenido miedo de tomar una decisión, por más insignificante que sea? La verdad es que todos en nuestra vida sentimos miedo, y debemos de aprovecharlo para arriesgarnos a cosas importantes. Si fallamos, bueno, algo saldrá de ahí, y si acertamos, qué mejor, ¿no?

Los tiempos de Dios son perfectos. Nos tocó ser niños y jugar todo el día, adolescentes y hacer mil y un cosas con el tiempo libre, en la juventud nos tocó estudiar y aprovechar el tiempo libre (o el que sacábamos de no sé donde) para salir y desestresarnos. No hay porqué lamentarnos ni extrañar las cosas que pasaron. Si pasaron fue porque así lo quisimos, no nos toca más que disfrutar el presente y trabajar por el futuro. El fin del mundo se acerca para mí, y si para ti también, no tengas miedo, vive día a día, pensando en qué puedes mejorar para mañana. Creo que así podemos afrontar el fin de cualquier etapa.