Horario Infernal.

No me gusta ver los partidos de local de los Pumas o del Toluca, son aburridísimos, sin embargo, los veo, desafortunadamente es lo poco que puedo ver completo de la Liga MX aparte de los juegos del América. Los juegos son lentos, con falta de ritmo y van de más a menos, es más, hasta uno que otro partido de la liga de ascenso tiene mejor nivel que estos, y la razón es muy simple: El horario.

¿Han hecho ejercicio cualquier día a mediodía? Yo sí (aunque no lo crean, a veces sí hago ejercicio), y es un martirio, no puedes ni con tu alma cuando finalizas. ¿Que si ellos son deportistas de alto rendimiento acostumbrados a eso y más? Sí, pero tampoco son súper hombres, y no podemos exigirles más de lo que nos ofrecen. Correr casi sin parar, durante dos horas, a temperaturas superiores a los 30° centígrados, es un crimen en cualquier parte del mundo, aún más con la altura que tienen ciudades como Toluca o el D.F.

Ni en Inglaterra, España, Italia, Francia, Holanda, y ni siquiera en Argentina, se ven esos horarios terribles. En todos los países se juega como mínimo, a las 4 o 5 de la tarde, porque saben que matas un espectáculo (que de por sí, los toluqueños y universitarios no tienen mucho que ofrecernos) que la gente paga por ver, y espera jugadores que corran los 90 minutos, que luchen y que disfruten el juego, no que se queden a medio tiempo sin gas para el otro. ¿Se acuerdan del 'súper Toluca' de Cardozo y Vicente Sánchez? Jugaban a las dos de la tarde los sábados, y no recuerdo un solo equipo que haya competido físicamente los 90 minutos bien ante ellos. El horario es un hándicap que juega para ambos equipos, sin embargo no puedes arriesgar a los jugadores a tanto esfuerzo, algunas veces, hasta sobrehumano. ¿Acaso se está esperando a una desgracia en el futbol mexicano para que tomen cartas en el asunto? Las televisoras son las verdaderas culpables de esto, dado su 'control' en el aspecto de los horarios de los partidos, y tarde o temprano se tienen que dar cuenta que esto solo traerá malas consecuencias tanto para ellos, como para aficionados y clubes. No se puede defender lo indefendible, estos horarios tienen que desaparecer del futbol mexicano, por el bien del espectáculo, pero sobre todo, por la integridad del jugador.