Sufrimiento.

Según la RAE, Sufrimiento se define como pena, dolor o algún padecimiento. Sufrimiento es la palabra que mejor describe la acción de apoyar, o sentirte aficionado de uno de los 4 'grandes' del futbol mexicano. Grandes que de eso, prácticamente ya no queda nada. El 'apodo' se lo quitaron principalmente dos cosas, en primera, el sistema que tiene el futbol mexicano hace que la mediocridad reine en nuestro balompié, además de que con continuos fracasos entre Guadalajara, América, Cruz Azul y Pumas.

En 31 torneos cortos que se han disputado hasta ahora, entre los 4 equipos ya mencionados, han sido campeones 9 veces, 2 más de las que ha ganado Toluca, o los mismos que han ganado Pachuca y Santos juntos, en el mismo lapso de tiempo, por citar ejemplos. Esto habla no solo de una sequía importante de títulos en los 'grandes' sino de que las cosas se están haciendo mal en las directivas de los mismos equipos, cosa de la que hablaremos más adelante.

Entre Chivas, América, Cruz Azul y Pumas podríamos asegurar que concentran al 90% de los aficionados al futbol en México y fuera de el país mismo, ahora, cuando uno o varios de estos equipos no logra entrar a la 'super liguilla' del futbol mexicano, es notorio que el rating de televisión y la expectativa de los partidos baja, aunque, siendo sinceros, la falta de estos equipos ya no es tan notoria como en años anteriores e incluso su cartel de 'favoritos' ya ni siquiera es mencionado. Ninguno llena sus estadios, pese a ser los equipos con más aficionados en México, como ya se ha mencionado, esto a causa de sus partidos 'chatos', donde por cierto, la gran mayoría son malísimos, aunque sinceramente, no los culpo, los planteles no dan para más.

Pumas ha sido el equipo menos malo de los ya mencionados, ha sido campeón un par de veces más que el resto, tiene jugadores de cantera que tienen amor al club, y sus aficionados responden, además de representar a la máxima casa de estudios del país, pero, para mi, le falta mucha más personalidad al momento de jugar partidos, no parece un equipo grande, parece algún otro de media tabla y hasta ahí, pese a sus buenos resultados.

De Cruz Azul, bueno, 15 años sin ganar la liga hablan por sí solos, tanta es la sequía que festejan una 'Copita' como si fuera la Libertadores. Traen a jugadores medianitos que no sirven, o que no dan la talla para el equipo donde han desfilado grandes figuras como Miguel Marín, Carlos Hermosillo y hasta el mismo 'Chelito' Delgado. Digo, no creo que Biancucchi o Maranhao le lleguen siquiera a los talones a los anteriores.  De la directiva, ni se diga, una cooperativa comandada por los hermanos peleados Álvarez (Memo y Billy), entre ellos tienen hundido al equipo, con la esperanza de que algún día vuelva a ser lo que fue.

El América es un sufrimiento temporada tras temporada, traen '10' argentinos que se van a robar la liga, para que terminen siendo unos petardos, o que jueguen 3 partidos bien y los demás a medio gas, si no es Ochoa, es Cabañas, y sino, es Benítez, o hasta Rubens Sambueza, pero el América lleva años dependiendo de uno o dos jugadores para su desempeño general, cuando lo que hace falta es que traigan refuerzos (tanto extranjeros como mexicanos) que llenen una camiseta de tanto peso como la del América, y no jugadores 'chiquitos' como el Topo Valenzuela, Osvaldito Martinez, el Hobbit Bermúdez y tantos que desfilan por América temporada tras temporada. Urge un cambio ya, para al fin, pasar de las semifinales.

Al principio de la entrada mencioné que el sufrimiento es sinónimo de pena, y justamente eso es lo que dan hoy en día las 'Chivas', pena al decir que un equipo que alguna vez imponía miedo y respeto, hoy sea una cuna de jugadores (que ni siquiera son llamados a selección nacional), y que será algo así como el 'equipo del pueblo', un equipo popular, pero tan chico, que su mérito más grande en el corto plazo es el primer tiempo de un clásico que cayeron 0-2 por distintos factores. Este es, a grandes rasgos, el equipo más histórico de México.

Los grandes ya no son grandes, manchan su institución fracaso tras fracaso, pero, sobre todo, hacen sufrir a una afición fiel, que a veces, hasta padece de pena, vergüenza, y hasta rabia, de ver lo que han convertido al equipo de sus amores.